Concluyen las obras en la iglesia de Santa María de Figueiras

Miércoles, 11 Febrero, 2015

En el marco de las actuaciones que el Consorcio de Santiago lleva a cabo fuera de la ciudad histórica, acaban de finalizar las obras en la iglesia de Santa María de Figueiras, de origen románico. La finalidad era atajar el problema de entrada del agua de la lluvia a través del campanario y que afectaba al inmueble. La obra, realizada por la empresa Rehabilita, Gestión Integral de Rehabilitaciones y Restauración, S.L., se centró en la cubierta y en los revocos exteriores e interiores del templo, con un presupuesto global de 22.687,50 euros.

 

La arquitecta de la Oficina Técnica del Consorcio responsable de esta obra, Idoia Camiruaga, indica que se limpió la fachada principal, de cantería, en especial el campanario, en el que se eliminaron los restos de las juntas de los planos horizontales, muy dañadas y desnudas. “Se rejuntaron de nuevo, lo más profundamente posible, con argamasa de cal con áridos con propiedades hidráulicas, rematando superficialmente con argamasas tratadas con áridos mezclados para dar un color similar al de las fábricas” -explica-. Se tomaron con plomo algunas piezas del sistema de toque de las campanas, que estaban sueltas, y se hizo lo mismo con la cruz de hierro del remate y el pararrayos.

 

La intervención en el exterior y en el interior de la iglesia

 

Por otra parte, se limpiaron y se trataron con biocidas los paramentos exteriores. Se eliminó la pintura de toda la superficie exterior de la iglesia, en la que finalmente se aplicó una pintura al silicato que permitirá el paso del vapor de agua, con lo que se facilitará la eliminación de la humedad de los muros. 

 

El paramento interior de los muros de la iglesia estaba recebado con argamasa de cemento y arena, un revoco “muy poco permeable al vapor del agua”. Así, se levantó el revoco de las partes bajas de los muros, se rejuntaron con cal y se empleó una pintura al silicato para aumentar la aireación y disminuir la humedad relativa en el interior del templo, de manera que no dañe las pinturas murales recién restauradas por el Consorcio. También se pintó la puerta principal de la iglesia, de madera, pues tenía muchas marcas de agua y de humedad.

 

La intervención en la cubierta 

 

Debido a que el agua de la lluvia entraba por la cubierta, se sustituyó la teja que se encontraba en mal estado. También se colocó una protección especial de plomo entre la cubierta y el campanario de la iglesia para recoger las aguas pluviales y evitar que se filtren al interior del edificio. Por otro lado, se instaló una lámina de fibra de polietileno de alta densidad, que permitirá el paso del vapor de agua pero no el del agua líquida. Además, se procedió tanto a la limpieza de canalones como de bajantes.