Se inician las obras del retejado parcial del cuerpo claustral de la Colegiata del Sar

Sábado, 9 Agosto, 2014

El Consorcio de Santiago acaba de iniciar las obras del retejado parcial del cuerpo claustral de la Colegiata del Sar que durarán tres meses aproximadamente y serán ejecutadas por la empresa adjudicataria Orega, con un presupuesto de 54.651,66 euros, IVA incluido. La panda o galería norte del claustro tiene problemas de impermeabilización y filtración de agua que amenazan su techo de madera, porque no dispone de un sistema de recogida de pluviales, así que se actuará para corregir esta situación y se aprovechará para limpiar los contrafuertes y repasar el rejuntado de las piedras. Por otra parte, los faldones exteriores de los corredores sur y oeste presentan descomposición, roturas y poca adherencia, por lo que se procederá a retejarlos completamente. “Esta restauración permitirá solucionar los problemas más acuciantes que tiene el monumento de Sar”, según indica la Oficina Técnica del Consorcio.

 

El párroco de Sar, José Porto, destaca que la Colegiata recibe anualmente entre 2.500 y 3.000 visitantes, de los que un veinte por ciento son extranjeros: “Alemanes e ingleses, seguidos de franceses e italianos, son los más asiduos. Muchos vienen a rezar”, la mayoría turistas españoles pero también extranjeros. Este inmueble del siglo XII y reconstruido en el segundo decenio del XVIII, tras sufrir un importante desplome, conserva un archivo parroquial con documentos primitivos de fundaciones y donaciones. En el claustro hay piezas del templo que fueron encontradas en las diferentes restauraciones. En el año 1895 fue declarado monumento nacional y hoy en día es el único edificio de estilo románico que se conserva en Santiago después de la catedral.

 

La construcción del monasterio de Sar tenía por objeto servir de casa de retiro a los canónigos agustinos, pero fue notable también su dedicación hospitalaria a los peregrinos que llegaban a Compostela por la Vía de la Plata. El Plan Especial de la Ciudad Histórica recoge que el claustro, reedificado en el siglo XVIII, conserva la pared norte de la primitiva fábrica, descrita por una sucesión de arcos de medio punto diversamente decorada y descansando en un ábaco común sostenido por los dobles capiteles de las columnas gemelas.