Se licita la intervención en los revocos, cubiertas y patio de acceso a la iglesia de Santa Clara

Lunes, 3 Agosto, 2015

El Consorcio de Santiago licita la intervención en los revocos, en las cubiertas y en el patio de acceso a la iglesia del convento de Santa Clara con el fin de eliminar las humedades. Las empresas interesadas podrán presentar sus ofertas hasta el 24 de agosto. El importe global de las obras, con un plazo de ejecución estimado de seis meses, asciende a los 127.317,17 euros.

 

La arquitecta de la Oficina Técnica del Consorcio responsable de este proyecto es Idoia Camiruaga. Explica que el objeto de la obra es la eliminación de las humedades de la nave y del transepto sur de la iglesia. Recientemente el Consorcio actuó en la tarima del templo, colocada en torno a los años 10 o 20 del siglo XX. “En este proceso se vio que la piedra secada y limpia para colocar la nueva tarima se cubría, con las primeras lluvias, de un fino manto de moho en las partes más expuestas a la entrada del agua, sobre todo en el transepto sur” -señala-.

 

Se aplicarán nuevos revocos y se revisará el tejado

 

“Los revocos que se aplicaron en obras anteriores están muy fisurados, desprendidos del soporte y no son garantía ni protección de los muros” -indica Camiruaga-. Por las fisuras y grietas entra mucha agua de escorrentía, que tiene más problemas en salir, por lo que se va acumulando en las partes bajas del muro sur de la nave y del transepto sur. Así, se eliminarán todos los revocos exteriores y se tratarán con un biocida los paramentos externos de los muros para eliminar los mohos y hongos. Se aplicarán nuevos revocos y, finalmente, se pintarán los muros.

 

Por otro lado, la arquitecta señala que el tejado necesita una revisión, así como los canalones y bajantes, pues dejan salir mucha de la agua de lluvia que recogen, de manera que se empapa aún más el terreno y empeora el problema de la humedad interior.

 

Intervención en el jardín de acceso a la iglesia y en el patio cerrado

 

El jardín de acceso a la iglesia tiene una pendiente que dirige el agua de la lluvia contra el templo, que no posee ningún canal de recogida de las aguas, por lo que las absorbe hacia el interior de las fábricas. Ante esta situación, se remodelará el relleno del jardín, al tiempo que se trazará una red de recogida de aguas pluviales para conducirlas lejos de los muros.  

 

Por otro lado, entre los muros del presbiterio y del transepto sur hay un pequeño patio cerrado sin acceso posible, con lo que no tiene posibilidad de mantenimiento salvo mediante el uso de andamios o grandes escaleras. Este espacio no cuenta con una salida de agua de la lluvia, que va hacia las fábricas, de manera que se intervendrá para reconducir las pluviales. 

 

Además, se prevé modificar las ventanas de la nave para aumentar la ventilación de la iglesia sin causar falta de confort a los usuarios. 

 

La importancia de mantener los bienes de la iglesia lejos de la humedad 

 

“La durabilidad de la nueva tarima y la conservación de los bienes de calidad que posee la iglesia son incompatibles con la entrada de agua y la alta humedad relativa del interior” -manifiesta la arquitecta del Consorcio-. Entre estos bienes destacan los retablos, que sufren con la humedad porque son más proclives a los ataques de los xilófagos. También, en el coro alto, que está separado de la iglesia por una simple reja, hay un órgano barroco de excelente sonido que se ve afectado por la humedad.