Una publicación analiza la vida cotidiana y la mentalidad colectiva en la Compostela medieval

Martes, 11 Febrero, 2020

El Consorcio de Santiago y la Universidad de Santiago de Compostela publican Iglesia, mentalidad y vida cotidiana en la Compostela medieval, del historiador compostelano Xosé M. Sánchez Sánchez.

 

Tal como explica el autor, “la Iglesia de Santiago de Compostela catalizó el desarrollo de la ciudad circundante a lo largo de la Edad Media, de modo que la configuración del núcleo urbano y la evolución de la sociedad y de la economía aparecen íntimamente ligadas al devenir de la propia institución. Ejerció especialmente su influencia sobre dos aspectos fundamentales: la vida cotidiana y la mentalidad colectiva”.

 

Esta monografía pone el foco en la vida de la ciudad durante los siglos medievales, examinando cómo la presencia catedralicia y episcopal ha afectado tanto a los comportamientos de los ciudadanos como a determinados sectores. Se desgrana el día a día de la ciudad y se muestra cómo la Iglesia ha colaborado en la definición de la cotidianeidad entre los siglos XII y XV.

 

Este estudio tiene por objeto sumergir a los lectores en la Edad Media desde lo cotidiano, en el comportamiento y en la vida humana más rutinarios. Además de la vida diaria de los hombres y mujeres medievales, también interesa la ciudad. “Santiago era el principal casco urbano del reino de Galicia, crisol de personas, culturas y orígenes, pero también hogar y residencia de oriundos y vecinos” -indica Sánchez-. La obra profundiza en la ciudad y en la manera en la que la presencia y la actividad de la Iglesia influyen sobre ella.

 

Los oficios más relevantes, la cultura, las reuniones ciudadanas y el culto a la muerte

 

La publicación aborda la materialización de las reuniones ciudadanas, la cultura e incluso la vestimenta. También se refiere a los colores y a los sonidos propios de la ciudad en el siglo XV. Y se acerca a los sectores económicos y a los oficios más relevantes: comerciantes, cambiadores, mercaderes, plateros, orfebres, boticarios, concheros, azabacheros, albergueros, piedreros y canteros, pescaderas, carniceros, panaderas, el sector textil, fabricantes de pergaminos, escribanos, miniaturistas…

 

El calendario de celebraciones de la Iglesia compostelana marca igualmente el calendario anual, mensual y diario de la ciudad en el transcurso de la Edad Media. Por otro lado, el espacio funerario presenta unos usos particulares en sus formas y celebraciones, así como en la topografía urbana, delimitando lugares y comportamientos que nos permiten acercarnos a nuestros antepasados por las calles pétreas de la ciudad, con la plaza de la Quintana como centro destacado de la topografía funeraria.

 

En la mesa compostelana de estos siglos predominaba el pan, el vino, la carne y el pescado

 

El historiador señala que “la evolución de la ciudad, en su día a día, posee unos ritmos particulares marcados por su calidad de centro peregrinatorio y eclesiástico destacado. La configuración del urbanismo, la distribución de sus calles y de los sectores económicos que se esparcen por ellas deben interpretarse desde el examen del poder señorial de la Iglesia. Oficios y desempeños se multiplican en los distintos sectores, con una demanda sostenida en parte por la peregrinación y la recepción de población flotante y que tiene especial presencia en concheros y azabacheros”.

 

Y en las calles y en las casas los objetos, el menaje y la vestimenta cambian con los tiempos. “La ropa, en diferencia de vestido masculino y femenino especialmente desde el siglo XIII, aporta las notas de color y gusto personal en la población. En cuanto a los objetos de la cotidianeidad, además del mobiliario y enseres propios de este período, destacan los orientados a la devoción personal y privada” -apunta el autor-. Respecto a la alimentación, en la mesa compostelana de estos siglos predominaba el pan, el vino, la carne y el pescado como elementos destacados en la dieta. También tenían cierta importancia, aunque en menor medida, las frutas, las hortalizas y las castañas.

 

Veinte años como técnico medievalista en el Archivo de la Catedral compostelana

 

Xosé M. Sánchez es licenciado en Historia y doctor cum laude en Historia Medieval por la Universidad de Santiago. Trabaja como técnico medievalista del Archivo-Biblioteca de la Catedral de Santiago desde el año 2000. Ejerce además como profesor-tutor de Historia Medieval en el Centro Asociado de la UNED (Pontevedra) desde 2011 y en la actualidad es profesor contratado interino de Historia Medieval en la Universidad de Vigo. Sus principales líneas de investigación se centran en la Historia social de la Edad Media.